
Extracto de “Revista a la Revolución de Chile” por José Rodríguez Ballesteros, ex-coronel del Ejército Real de Chiloé, 1834.
“Cerca de tres meses antes de las siembras conducen a dormir al terreno destinado sus ganados ovejunos, cambiándolos de sitio cada dos o tres noches; cuando el campo está bien estercolado, siembran el grano a su tiempo sin mover la tierra; hecha esta maniobra, un hombre robusto se pone a surcar con dos gruesos bastones de madera de luma, aguzados en la punta o parte inferior, los cuales tomados uno a cada lado y apoyados sobre ambas caderas, los empuja para que entren en la tierra i cubrir la esparcida semilla; un muchacho, con otro pequeño palo que pasa debajo de las dos varas da vueltas a éstas, de lo que resul- ta levantar un césped o champa que tapa la simiente, deshaciendo después los terronos con un gualato (245). A pesar de este defectuoso trabajo, el. trigo les rinde regularmente de cinco a nueve por una. Para el efecto, segado el trigo no del todo seco, en atados pequeños hacen unas cuelgas que colo- can en unas varas donde se acaba de secar, i des pués lo trillan en campanarios (246). Cosechan también mucha cebada, habas, quínoa, linaza, cá- ñamo, papas, que son las mejores del pais, gruesas i grandes (247). El trigo es de superior calidad a cuatro reales chigua, que compone media fanega. Miller, en sus Memorias, asegura que la humedad del terreno impide la fructificación del trigo (tomo i.°, capítulo 1 2 pajina 228); pero padece una disforme equivocación, pues yo mismo lo he sembrado i cosechado de un grano superior. El maiz se dá solo en Calbuco, que está en el continente. La que por razón de humedad i pocos soles no fructifica es la uva, pero suplen este defecto con varias clases de sidras que sacan de la murta (249) i de otros frutos silvestres; pero principalmente de la manzana que abunda sobremanera.
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(245) Es un palo arqueado con puntas a los estreñios i su astil o cabo para manejarlo.
(246) Una era redonda techada de paja, sobre horcones, i cuyo techo concluye en figura de cono, i sirve para trillar aun cuando llueva.
( 247) Las llaman papas encuentros; son grandes, i especiales
asadas con mantequilla.
(248) Hemos sembrado allí con arado i bueyes, i únicamente rindió a tres por una.
(249) Arbusto que da la fruta en pequeños racimos, i de la semilla sacan un licor agridulce, agradable, que llaman chicha, i fermentada es embriagante. En España llaman murta a la semilla del arrayan, i también le dicen mirto. El arbusto es oloroso, siempre verde, i la flor una varilla de cuyo centro nace el fruto, que es una baya coronada como el níspero, aunque mas pequeña, en figura de aceituna. El tamaño, las ramas i las hojas, diversas a proporción de las varias diferencias, pues hai arrayan hortense, silvestre, morisco i otros que se crian sin cultivo en América lo mismo que en Andalucía.” p. 358-359.
Referencia
- Colección de historiadores y de documentos relativos a la independencia de Chile, por José Rodríguez Ballesteros. 1834, Publicado en 1901. Disponible en Issuu